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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Scones

Hola!
Estos bizcochitos son típicos en Inglaterra y en Norteamérica, pero desde muy pequeña los veía en casa de vez en cuando, por ejemplo nunca faltaban en el té que organizaba mi madre para sus amigas cuando festejaba su cumpleaños. Y yo se los hacía a mi hijo y los guardaba en una lata para que se conservaran bien. Es un bizcocho muy fácil de hacer, no muy dulce y que se puede comer solo, con mermelada, con queso tipo Philadelphia, con jamón cocido (York), etc, etc, etc...



 También hay versiones con pasas de uva, con manzanas, con arándanos, de cualquier manera quedan deliciosos. Tengo una amiga muy querida que vive en Argentina, se llama Carmela que los hace riquísimos y las dos veces que fui de paseo para allá en estos diez años, me hizo una cantidad enorme para que me traiga y yo encantada, comí unos pocos durante el viaje  que es muy largo ( de Neuquén a Buenos Aires 1.200 km, de Buenos Aires a Madrid 12.000 km., de Madrid a Málaga 500 km y de Málaga a Fuengirola 30 km., o sea muyyyyyyyy largo) y luego acá los fuimos comiendo de a poco para que no se nos terminen pronto, jajajajaj... nos encanta mojarlos en el café con leche, mmm...
Es una receta que se hace muy rápido, la masa es suave y casi arenosa, se deshace en la boca. Es importante trabajar poco la masa, para que la mantequilla no se ablande con el calor de las manos.

Ingredientes: (16 unidades)
350 gr. de harina común
2 cucharitas de levadura ( tipo Polvo Royal)
1 cucharita de sal
80 gr. de azúcar común
100 gr. de mantequilla fría
100 ml. de leche fría
1 huevo
1 cucharita de esencia de vainilla o cáscara rallada de 1 limón
 Un poco de leche para pintar por encima

Mezclar en un bol los ingredientes secos.


 Mezclar bien y agregar la mantequilla troceada.


Deshacer la mantequilla con los dedos hasta lograr una consistencia de arena gruesa


Agregar la leche, el huevo y la esencia de vainilla


Unir todo con un tenedor hasta lograr una masa homogénea, pero sin amasar.


Enharinar la encimera (mesada) y estirar con palote o aplastar con las manos. Cortar con un cortante de 5 cm. de diámetro.


Preparar una placa de horno con papel vegetal y colocar allí los scones, pintar la superficie con un poco de leche.



Cocinar a 180º durante 15 minutos aproximadamente o hasta que estén dorados.


 
Quedaron riquísimos y yo los tomé con un té con leche como hacía en casa de mi mami...

Hasta la próxima!
Sean felices!




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